En invierno, en verano, en primavera, en otoño, cuando sea, siempre tan bonita la veo. Preciosa ciudad en la que tuve que nacer, en la que cada vez la añoro menos y la siento tan cerca. Viviendo grandes momentos cada vez que es pisada por mis recuerdos. Esa ciudad que como de día, como de noche, te hace llevarte una cámara de fotos encima, y no parar de oír ese chasqueo de cada fotografía plasmada en el carrete, además de las que tu mente es capaz de hacer también. Tanta gente diferente, de todo tipo imaginable, desde el más gótico a la más exótica persona, como en el Metro o en cualquier callejón de la Gran Vía. Esa gran ciudad que hace que puedas sentirte en una burbuja propia, sin pensar en lo que la gente pueda decir de ti. Sí esa ciudad, Madrid.
Cada vez se ve más bonita. Madrid.
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