miércoles, 16 de febrero de 2011

Tomemos el tren que nos lleve a la felicidad.

Esa sensación de la que todos querríamos tener durante toda nuestra vida, pero que en diferentes momentos se hunde y no nos deja ver la vida con felicidad, sí esa es el sentimiento, FELICIDAD. Podemos decir que la felicidad no es en sí una sola sensación que tenemos en nosotros mismos, sino que es una serie de sentimientos felices que nos inundan por dentro, ayudándonos a hacer que todo nos pueda salir medianamente bien y sentirse como en las nubes, sin que nadie ni nada te estropee nada. ¿Y es complicado sentirse así de genial, sin que nadie te pare? Complicado lo veo yo, como una buena Ley de Murphy o algo así, "si algo va bien, seguro que viene alguien o algo y lo jode". ¿Por qué? Nadie sabe ese por qué, pero siempre que crees que llevas un día estupendo, una semana estupenda, o una serie de sucesos que te está haciendo que estés en un perfecto clímax, siempre hay algo que interrumpe esa felicidad, sucesos y pensamientos, aunque sobre todo las personas, sí, esas personas. No sé si será por envidia, inmadurez o falsedad, pero demasiada gente no está a gusto con que una persona que esté a su alrededor (sin mencionar a los amigos, verdaderos amigos) sea más feliz que una perdiz.

Así que disfrutemos de la vida, hagamos cosas grandes, lo que nos plazca con tal de ser felices, vivamos la vida como es debido y tomemos el tren que nos lleve a la felicidad, ese tren que pasa todas las veces que estés preparado de sentirte genial.

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