sábado, 18 de diciembre de 2010

Quiero volar alto, muy alto.

No somos pájaros, ni tampoco naves espaciales, pero somos capaces de sentirnos como si volásemos, ¿o no? Podemos cumplir todos nuestros sueños si conseguimos ir a por ellos, podemos sentirnos así gracias a nuestros amigos, podemos sentirnos así, como me pasa a mí, escuchando música. Se puede conseguir con muy poco, pero con un gran esfuerzo por alcanzar esa altitud deseada, que te hace llegar a las nubes. Esa cumbre que te hace sentirte como Dios, que te hace vivir la vida al máximo, sin preocupaciones, porque todo te va bien. Y aunque este momento solo dure un pequeño espacio de tiempo (minutos, horas, meses, años), te ayuda en todo, en sentirte como nadie. Porque volar y vivir solo un momento de tu vida, no tiene precio, puede llegar a ser algo muy grande, algo que te pueda hacer ver las cosas de otro color (no especialmente como me pasa a mí), de un color especial y divertido. Y porque me gustaría volver a estar en esa gran altura, es ese precioso clímax que te haga sentirte guacchi. Porque quiero volar alto, muy alto, por encima de todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario