miércoles, 3 de noviembre de 2010

Empecemos con algo.

La verdad, es que empiezo sin ideas, no sé ni sobre qué escribir, así que empezaré y ya irán saliendo, supongo...
Mmmm... Música, sí. Esta es una de las cosas de las que más me fijo de una persona (aparte de la nariz y el olor, aunque ya hablaré otro día sobre esto), una cosa muy importante para mi, de parte de mi madre, que me metió en un mundo diferente, en una música no dedicada para niños, desde que era pequeño. Pensaréis que fui raro, y no lo voy a negar, me gusta ser diferente, hacer cosas diferente a los demás, no caer en las cosas comúnes, vestirme diferente, es decir, tener una personalidad propia y que pueda llamar la antención. Aunque la verdad, nací ya de por sí diferente, además de feo, salí defectuoso, pesando más, y para el colmo, alérgico al polen y daltónico, que se puede pedir más...

Luego fuí creciendo, me metí en baloncesto (cosa que también hablaré en otro momento) en vez de fútbol como todos los chavales, aunque nunca destaqué en el deporte, todo hay que decirlo. Me dejé el pelo distinto a los demás, y bueno la música, sí, que de eso iba a hablar (¿Has visto como no hace falta tener unas ideas para empezar escribir de muchas cosas?). Indie y Rock alternativo es mi punto débil, y a casi todo el mundo que le digas esto, te dirá, R-A-R-O, pero no es raro, es A-U-T-É-N-T-I-C-O, y si no tienes un poco de culturilla musical no es mi problema, ¿no crees? Este mundo, como he dicho antes, no fue mío, fue de mi madre, que se lo fui quitando, hasta acoplarme a conciertos alucinantes, de Muse, de Coldplay, de Pink Floyd, y los que me quedan por ver...

Bueno, en resumen, ser original no es ser raro o diferente, es ser auténtico.

1 comentario:

  1. Já, que me encanta!
    Que vivan los idiotas auténticos que nos hacen reír (;

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