martes, 23 de noviembre de 2010

Más vale tarde que nunca.

Pongamos un ejemplo para comenzar:
Imaginemos que cada mañana que nos levantamos (siempre a la misma hora) nos dieran 1440 euros para gastar durante todo el día, en lo que quieras, ropa, golosinas, juegos, lo que sea. Pero con una sola condición, cuando te acuestas (también todos los días a la misma) esos 1440 euros los pierdes, no los puedes gastar. Y así todas las mañanas recibiendo ese dinero sin hacer nada, ¿qué os parece la idea?
Pues bien, ya con las ideas que tenemos hechas, de comprarnos lo que sea, os voy a fastidiar esos pensamientos que ahora tendréis en la cabeza, ya veréis, muy sencillo.
Un día tiene 1440, en lo que ahora caéis seguro en el ejemplo... El tiempo es como el dinero, hay que aprovecharlo cuanto más se pueda mejor, porque a pesar de que sea sólo un bien humano, ya que ningún animal tiene este concepto, es un bien muy preciado, que hay que intentar maximizar al máximo, he intentar que no se malgasten y no se pierdan al final del día, como esos 1440 euros.

En conclusión, no dejéis las cosas sin hacer, porque el tiempo es el tiempo, se agota, y no se puede comprar, ni conseguir el que se ha perdido. Asi que más vale tarde que nunca, porque hay que aprovechar todo lo que se pueda de ese concepto.

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